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Los cigarrillos electrónicos, también conocidos como vapeadores, han ganado popularidad en los últimos años. Estos dispositivos emiten vapor de nicotina y son utilizados como una alternativa al tabaco tradicional. En España, el consumo de vapeadores está regulado por la Ley de Productos Derivados del Tabaco, que entró en vigor en 2017. Esta normativa se creó con el objetivo de proteger la salud de los fumadores y fumadores pasivos y existen lugares prohibidos para vapear.
La ley española del vapeo establece que los productos y envases de los vapeadores deben llevar advertencias sanitarias y un sistema de notificación de efectos adversos. Además, regula la composición de los líquidos utilizados en los vapeadores y establece límites en cuanto a la cantidad de nicotina permitida en los líquidos, la capacidad de los cartuchos desechables y los envases líquidos para la recarga.
Sin embargo, el consumo de vapeadores en España no está libre de restricciones. El Real Decreto Ley 17/2017, que modificó la Ley 28/2005 que prohibió fumar en espacios interiores, regula el consumo de los Dispositivos Susceptibles de Liberación de Nicotina (DSLN). Esta normativa también limita la publicidad y promoción de estos dispositivos.
Según esta normativa, está prohibido vapear en los siguientes lugares:
Las prohibiciones mencionadas anteriormente afectan exclusivamente a los vapeadores que lleven contenido de nicotina. Estos lugares incluyen: edificios y dependencias de las Administraciones públicas, centros y establecimientos sanitarios, centros educativos y formativos, medios de transporte público, parques infantiles y áreas de juego para la infancia. Sin embargo, es importante mencionar que estas prohibiciones solo aplican a los dispositivos que contengan nicotina y pueden conllevar multas de hasta 100 euros. Si nuestros dispositivos no contienen esta sustancia, podemos utilizarlos libremente en cualquier espacio público.
En resumen, la normativa española sobre el uso de cigarrillos electrónicos se enfoca en proteger la salud de los usuarios y los fumadores pasivos, regulando la composición de los productos y estableciendo cuáles son los lugares prohibidos para vapear. Aunque todavía existen algunas restricciones en cuanto al uso de dispositivos con nicotina, es importante recordar que siempre es preferible optar por dispositivos sin esta sustancia y así evitar cualquier tipo de sanción.
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