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La regulación del cigarrillo electrónico en España atraviesa un momento complicado. Desde que, el pasado mes de mayo, el Consejo de Ministros aprobara un anteproyecto de ley que pretende regular la venta de este producto de tabaco en los estancos, las asociaciones de vapeo se han puesto en alerta y alegan que esta medida dará pie al mercado negro. ¿Qué sabemos de esta normativa?
Por el momento, País Vasco es la única comunidad autónoma española que equipara el cigarrillo electrónico al tabaco convencional y le impone las mismas restricciones. En el resto del territorio español continuamos con la venta de cigarros en estancos y la prohibición de fumar en locales, bares y lugares públicos, mientras que el vapeador puede adquirirse en establecimientos especializados y usarse sin unos límites establecidos.
La nueva ley nos obligaría a adquirir estos productos únicamente en los estancos e impone a los fabricantes, distribuidores e importadores figurar en el registro público y proporcionar a las autoridades información sobre los cigarrillos que comercializan.
Por otra parte, en los vapeadores encontraríamos las mismas advertencias sanitarias que, ahora mismo, figuran en los paquetes de tabaco tradicional. También deberán llevar un cierre de seguridad para que no los abran los niños.
Las asociaciones de vapeo se oponen a este proyecto de ley porque dicen que daría pie a que se incremente el mercado negro, ya que obligan a cerrar los establecimientos de venta de cigarrillos electrónicos en el plazo de 5 años. Asimismo, la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) ha comunicado que rechaza el plan de vender este producto solo en estancos y, además, debería existir una regulación especial para ellos.
Por otro lado y dado que las cifras de consumo de vapeadores entre los jóvenes son cada vez más alarmantes, expertos en medicina, como el responsable del área de prevención y promoción de la salud de la Asociación Española contra el Cáncer, Sebastián del Busto, nos explican que esta ley sería buena para ayudar a reducir ese consumo desmedido entre los adolescentes.
¿Qué sucede con los cigarrillos electrónicos sin nicotina? Se venden como "chuches", según manifestaba Unidas Podemos recientemente. Los colores y sabores que los adornan hacen de estos cigarros una manera atractiva de fumar que no está exenta de daños en la salud, dada su composición de sustancias tóxicas. Sin embargo, nada se ha dicho en el anteproyecto de ley sobre los vapeadores sin nicotina.
En definitiva, la regulación del cigarrillo electrónico en España nos divide entre los que están a favor y quienes se posicionan en contra. Además, aún quedan muchos aspectos por perfilar en esta normativa, por lo que deberemos estar al tanto en las próximas semanas.
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