Claves para el correcto uso del vapeador

Desde que se desarrolló el vapeador en la primera década del 2000, ha evolucionado en capacidad de generación de vapor, diseño, portabilidad y potencia. A pesar de ello, sus funciones básicas no han variado demasiado. Este dispositivo produce vapor inhalable tipo neblina. El usuario decide tanto el sabor del líquido de vapeo como la cantidad de nicotina.

¿Cómo funciona?

Básicamente tiene una batería como fuente de alimentación (mod) y un calefactor (bobina) que vaporiza un líquido saborizado en una cámara pequeña (atomizador). Luego, se inhala el vapor a través de una boquilla. El usuario experto puede seleccionar diversas piezas del vapeador y combinarlas. Los simples no son inferiores en calidad a los más complejos, únicamente más sencillos de usar.

Limpiar el tanque regularmente es fácil. Tan solo hemos de desmontar el dispositivo, desechar el líquido restante y enjuagar con agua caliente el tanque, la boquilla y el atomizador. Se seca todo al aire.

Antes de vapear, debemos calentar el atomizador con varias inhalaciones cortas y continuas, alargándolas hasta que esté preparado para producir suficiente vapor.

¿Cómo inhalar en un vapeador?

Para absorber el vapor generado, hay dos técnicas: boca-pulmón (mouth to lung) y directo a pulmón (direct to lung).

Vapeo boca-pulmón (MTL)

Similar a una calada lenta succionando por una pajita. Funciona mejor en un dispositivo más pequeño, de alta resistencia y líquido alto en nicotina (12 - 60 mg). Produce menos vapor y se siente el "golpe en la garganta" del fumador. Estos son los pasos que debemos llevar a cabo:

• Introducir lentamente el vapor en la boca durante unos segundos.
• Mantenerlo en la boca dos segundos. Se percibe intensamente su sabor (el líquido elegido ha de tener mayor porcentaje de PG).
• Abrir la boca y respirar el vapor hacia a los pulmones.
• Exhalar.

Vapeo directo al pulmón (DTL)

Genera mayor cantidad de vapor y la esencia va directa a los pulmones, por lo que se saborea menos. Precisamos vapeadores más grandes de baja resistencia y e-liquid con nicotina baja (0 - 6 mg) y mayor porcentaje de VG. En este caso, inhalamos rápidamente el vapor directamente a los pulmones y lo exhalamos casi inmediatamente.

Calada de cigarrillo

No es propiamente una inhalación, es otra opción cuando no nos agrada llevar el vapor a los pulmones. Hemos de dar caladas secas (como un puro) y mantener en la boca el "humo" para absorber la nicotina a través de la mucosa.

Como hemos podido comprobar en este artículo, vapear es mucho más que respirar humo, es un arte que tiene su técnica dependiendo de las sensaciones que se persigan. Según las preferencias, hay un tipo de vapeador para cada estilo. ¿Qué tipo de experiencia queremos extraer del vaping? En nuestra web queremos dar respuesta a esta pregunta y muchas más. Invitamos al usuario a participar, visitar nuestro blog y plantear sus inquietudes.